martes, 24 de septiembre de 2013

Tan cerca. Tan lejos

Está a tu lado, a dos centímetros de ti pero lo sientes tan lejos, tan distante que esa cercanía cada vez se hace más lejana. En cambio, miras su foto y sabes que está lejos, que el mayor contacto será una llamada pero no importa, porque solo con mirar su foto y ver su sonrisa ya lo sientes contigo, notas su apoyo. ¿No os pasó nunca? 


Hoy me he levantado pensando porqué hay personas que estando lejos las hallas tan cerca y porqué personas que están junto a ti apenas las sientes con nosotros. Decimos que la distancia y el tiempo pueden destruir una relación, un sentimiento pero yo, que ambas he experimentado, no lo creo. 

Es muy fácil decir que una relación de pareja se ha roto porque no comparten el mismo lugar o porque no pasan suficientes horas juntos. Si aplicamos esta regla, que nosotros mismos hemos creado, debería ocurrir lo mismo con la amistad pero, ¿puede acabarse la relación con tus verdaderos amigos simplemente porque os separen miles de kilómetros o porque no os veis a menudo? No, no y no. No es solo mi NO el que existe, el vuestro también si os paráis un instante a reflexionar sobre ello.

Un amigo hacia el que sientes un fuerte afecto, un cariño y una confianza enorme, a pesar de que esté muy lejos de ti, siempre será la persona a la que acudirás cuando te sientas solo, cuando tengas un problema, una alegría... a quien decidirás darle sorpresas, regalarle tus mejores sonrisas y darle las ganas que a ti te sobran cuando la otra persona lo necesita. Siempre será tu amigo, porque si en la cercanía estaba contigo, ahora que está lejos ¿por qué no? 

Y sin embargo, hay amigos que no porque están todos los días contigo ni siquiera los que están en la puerta de al lado, son a los que te acercas con ganas de hablar y contarle todas las tonterías que hiciste hoy, ni con el que quieres pasar horas y horas despierto. ¿Y por qué, diréis? Pues porque tu amigo que está lejos, está más cerca de lo que piensas. No es un extraño como el que se encuentra en la puerta de al lado, no es un desconocido al que sonríes día tras día por el simple hecho de estar cerca físicamente, sino que a aquel que más lejos está es quien más cercano a ti sientes. 

Es fácil ver esto con los amigos o con la familia porque son personas con las que has vivido más experiencias, con las que convives más a menudo, pero eso no influye en tus sentimientos. Puedes sentir mucho más por una persona que conoces de hace tan solo 6 meses que por un "amigo" (conocido) que lo conoces desde hace 6 años. 

Ni la distancia ni el tiempo hace que una persona está más lejos de ti si tu no dejas que eso ocurra. Hay sentimientos y emociones que ni la fuerza exterior más grande puede romperlo. Ni unos están tan lejos, ni otros tan cerca.


viernes, 13 de septiembre de 2013

Un estrecho hilo...


¿Somos nosotras o son ellos? Vivimos alrededor de una frase: “son todo/as iguales”. Yo me pregunto: si todos los hombres y todo el género femenino se comportan igual, ¿porqué siempre caemos en la misma piedra? ¿porqué nunca aprendemos de los errores? ¿nos gusta sufrir? NO.

Nos gusta amar y ser amados, y un sentimiento tan fuerte no viene solo. Los polos opuestos se atraen y vienen agarrados de la mano, por eso, esa lucha continua entre AMOR-ODIO. Ambos son sentimientos superiores, grandes que están formados por otros pero que sin ellos no sería posible porque sin pasión no hay amor, sin celos ni traición no hay odio. Tenemos que ser conscientes de cómo actuamos, de cómo vivimos, de cómo nos entregamos a la otra persona para que ese dolor no aparezca ni nos lleve al odio que acabará destruyendo lo que más queremos.

            No es difícil mantenerlo, solo tenemos que luchar por él, para que siga vivo, para que no se desvanezca. Demuestra día a día tu amor. Canta, ríe, baila, respira, diviértete, siente y sobretodo, AMA. No dejes que el exterior acabe con ello, porque pocas personas gozan de tal privilegio, lo dejaron volar y ahora están sin nada. 

jueves, 12 de septiembre de 2013

Poder. Deber. Querer


La vida esta llena de conflictos, de enfrentamientos pero si os ponéis a pensar tan solo un poco os daréis cuenta que todo es causa de una sola cosa: pensamiento. Las ideas y las emociones que emanan de nuestra mente nos hacen, nos forman y nos llevan a actuar de una u otra forma. Vivimos en un mundo en conflicto, un conflicto exterior, que vemos constantemente en los telediarios, en los periódicos, en los libros, que escuchamos en las radios, que nos cuentan nuestros padres, nuestros abuelos, pero, ¿qué, quién, cómo, dónde, cuándo y porqué se da nuestro conflicto interior?

            ¿Qué es un conflicto interior? ¿Una lucha entre el deber, el poder y el querer? Sí, yo le daría esa definición. Ni uno mismo se conoce, ni uno mismo llega a diferenciar lo que debe de lo que quiere o de lo que puede. y yo me pregunto ¿por qué no hay un telediario o una guía que nos solucione estos conflictos? Las luchas internas que nosotros nos buscamos son las que nos destruyen, pero también las que nos hacen más fuertes, nos enseñan a vivir, a sonreír y ser nosotros mismos. Y sí, yo también pienso que cuándo llegamos a ese punto, qué dónde lo sabremos, no creo que haya un dónde ni un cuándo concreto, sino que todos los lugares, todas las horas, minutos y segundos que tienen los días son esas respuestas. Nunca un día o un lugar será menos importante que otro, porque si alguno no se hubiese dado, ya no serías la misma persona que ahora eres, y no serías la misma persona que serás. Pero ¿cómo aprendemos a ser o no ser? Y… ¡quién sabe! Quizás todo o nada nos enseña a ser, ¿a ser qué? a ser lo que queremos, lo que debemos o, simplemente, lo que podemos.

He aprendido que no hay que conformarse, hay que darse tiempo, un tiempo que vale oro, que te enseñe a ser, que te lleve a donde puedes ir, porque se puede ir a donde quieres ir pero por donde debes. Es una dura y difícil prueba, es un largo camino el que tenemos que recorrer día a día, caída tras caída, risa tras risa. Solo hay que aprender de la enseñanza que nos da la vida. 

lunes, 2 de septiembre de 2013

Bienvenida

He tardado mucho tiempo en decidir si crear o no mi propio Blog. Habrá personas que aún piensen que un Blog es una tontería, que no tiene futuro, que es solo un mero diario público, pero yo creo que es más que eso. Un Blog es tu identidad, tu reflejo, tu fuente de seguridad, tu deshago. 


Hay tanta multitud de Bloggers y todos queremos que el nuestro sea único, especial y llegue a ser el mejor. Esa era mi idea y ¿por qué no? Si de sueños se vive. En cambio, ahora solo quiero compartir un poquito de mi. Quiero mostrarles mis pensamientos y mis ideas a través de letras y fotos. Pronto llegará la primera.